jueves, 2 de abril de 2020

Día 01(25-07-2019): Camping "Les Violettes"-Carcassonne......94KM

A las 07:15 , después de desmontar la tienda y cargarla , junto con las alforjas en la bici, me despido del señor , con el que ayer estuve charlando, dejo la llave de la valla del camping en el buzón y voy en busca del >Canal, que se encuentra a un escaso kilómetro de distancia. Llegar al primer puente sobre el canal y adivinar el recorrido por donde tengo que seguir es bastante emocionante. El paisaje es abrumador: agua, árboles, vegetación , el sonido de los pájaros y pequeños edificios. La temperatura ideal; es julio y la previsión es que caliente , aunque espero no notarlo en exceso, ya que el Canal está muy bien protegido por los árboles.
Es muy habitual que estos canales se encuentre protegidos en sus orillas por la sombra de los árboles: esto tenía su explicación en la época en que se usaban como vías navegables de mercancías. Los barcos no disponían de motor y en muchos tramos eran tirados por animales, a los cuales se protegía del calor , con la sombra. En la actualidad nos beneficiamos de ellos los caminantes y los cicloturistas. En el Canal de Midi, en el siglo XIX, se plantaron muchos "plataneros" , con el fin de asegurar y reforzar los margenes del canal, gracias a sus raices. En la actualidad , dichos árboles se encuentran enfermos y existe un proyecto , ya en marcha, de repoblación con nuevas especies arbóreas. lo podremos ver más adelante, ya que en varios tramos del recorrido, se observan plantaciones muy recientes.
La primera exclusa de mi recorrido. Impresionante obra de ingeniería y más si pensamos que fueron construidas en el siglo XVII. En cada una de ellas hay un edificio , donde vivían los escluseros, personas encargadas del mantenimiento de las mismas y de su manejo. Actualmente , algunas esclusas se automatizado y es el viajero que navega , el que las acciona, pero en muchas de ellas , sigue existiendo un trabajador que se encarga de su manejo , dentro de su jornada laboral diaria. Se observa lo cuidado que está todo: las esclusas y su edificio anexo, está adornado con flores y en todas puede solicitar agua e incluso hacer uso de los aseos.
Algunos de estos edificios se ha reconvertido en pequeños alojamientos. En este hago mi parada para desayunar. La decoración interior me hace retroceder al siglo XIX.
El Canal du Midi está vivo, solo hay que observar la fauna que lo habita ,tanto en el agua , como en sus orillas. A mí hay varias cosas que me hacen vivir momentos inolvidables en mis viajes cilcoturistas: la compañía del los amigos que , a veces me acompañan, la soledad , cuando viajo solo, la naturaleza, el contacto con las personas que me voy encontrando en mis recorridos y los animales que me voy encontrado: con los que puedo también me relaciono, bien, acariándolos , bien , observándolos e incluso, con algunos entablando una conversación, que casi se convierte en amistad. En este momento, mi amiga la nutria, a la cual os presento y bautizada con el nombre de "Midi".
Reanudo la marcha, después de un delicioso café au lait y un croissant. Los 30 primeros kilómetros transcurren, en ligero ascenso, por pista asfaltada y por la margen izquierda del canal. El recorrido va ser siempre lo mismo, pero siempre diferente: pedalear al lado del agua, unas veces por la derecha del canal y en otras ocasiones por la izquierda; las esclusas , todas diferentes; las pequeñas poblaciones , con sus gentes y sus lugares de interés.
Abandono el asfalto , para pasar a una pista de tierra, con las raíces de los árboles apareciendo por el suelo y siempre a un escaso metro de distancia del agua. Enseguida llego al punto más alto del Canal (190 metros); es aquí donde las aguas se dividen, ya que unas van en dirección al Océano (esclusa del Océan) y otras van en dirección al Mediterráneo (esclusa Mediterranee). También he cruzado sobre el canal a la otra orilla y continuo por un precioso tramo, hasta la localidad de Castelnaudary.
Ya he sobrepasado el mediodía y empieza a calentar. Casi en cada esclusa voy parando ,,bebiendo agua y rellenado el bidón de la bici, por si me encuentro con algún tramo más largo , donde no poder refrifgerarme. He recorrido más de 50 kilómetros y toca ir pensando en comer. La idea, en el viaje, es prepararme las cenas , al final de las rutas diarias y las comidas ir realizándolas en los sitios que me vaya encontrando. Llego a la esclusa de Bram y veo un sitio donde hay varios cicloturistas descansando. Vamos a acercarnos para ver si es posible comer.
El sitio, aunque un poco caro , para mis pretensiones , tiene muy buena pinta. Yo creo que me merezco un homenaje , para celebrar el inicio de esta aventura, así que , aparco la bici a la sombra y me pido , mejillones y pescado: hay que decir que está todo buenísimo.
Toca seguir el camino; me quedan aproximadamente 30 kilómetros , para llegar a Carcassone. La guía recomienda seguir por asfalto,ya que indica que la senda se estrecha y puede tener barro ,en épocas lluviosas. No es el caso del mes de Julio , así que continúo por la senda y es un acierto: no tiene ninguna dificultad y es mucho mas gratificante pedalear junta al agua y a los barcos, aprovechando para ver como maniobran y saludándonos mutuamente. Alguno de los barcos me los encuentro varias veces , ya que ellos van a una velocidad de 10km/h y yo , aunque voy mas rápido, como voy parando, vamos coincidiendo. A las 16:00 entro a Carcassone y la ciudad amurallada en lo alto de la colina impresiona. Me dirijo al camping de la Cité, con cierta prisa, ya que he leído que el castillo , que es visitable y se encuentra en el interior de la ciudad amurallada, cierra a las 18:00.
Una vez ubicado en la parcela comunitaria para los cicloturistas, dejo candada la bici , con las alforjas y la tienda (me fío de que no le va a pasar nada). No quiero perder tiempo en montar la tienda (luego os cuento la anécdota) y lo pospongo para la tarde-noche, así que una ducha y me voy al pueblo. El pueblo está a unos tres kilómetros y toca subir a la parte alta del mismo, pero tengo al suerte de que en la puerta del camping hay un bus que justo sale y me deja en la puerta de la ciudadela.
Simplemente espectacular!!!! Llego a tiempo para visitar el castillo, paseando por la parte alta de sus murallas, disfrutando de un ambiente autentica mente medieval. El castillo se encuentra en el interior de la ciudad amuralla, la cual, una vez cierran el castillo, se puede visitar con toda tranquilidad (ya no hay prisa).
La ciudadela de Carcasonne (siglo XII-XIII) se encuentra en perfecto estado de conservación. Fue una de las plazas fuertes de los cátaros; se hacían llamar "buenos hombres", vivían en la pobreza y castidad, compartiendo tierras y su vida con los católicos de la región, aunque no compartían algunas de las doctrinas que impartían la Iglesia de esa época, lo que les supuso su exterminio, tras muchas años de batallas , contra las cruzadas , promovidas por el para Inocencio III. Por el sur de Francia y por Cataluña hay muchos restos de castillos , ciudadelas y abadías de los cátaros, que bien merecen ser visitados.
Espectacular la basílica de St. Nazaire , junto al castillo. También hay escenario portátil junto a la iglesia, que es usado para la realización de muchos espectáculos en el periodo estival. Callejear por sus calles empedradas , atestadas de turistas , tiene su encanto. Me llamó la atención que me topé con un gendarme, acompañado de dos policías nacionales: me explicaron que lo hacían porque hay muchos turistas españoles , sobre todo catalanes. También les estuve contando mi viaje y les llamó la atención.
Los edificios conservan su aspecto medieval, dándoles usos actuales: tiendas, restaurantes, hoteles,etc... Tras tres horas , disfrutando de la Edad Media, toca retornar al camping, está vez andando , por un camino que habilitado para ello. Y ahora os cuento la anécdota: cuando llegué a las 16:00 al camping, la parcela comunitaria estaba vacía, llegué el primero, pero cuando regreso , sobre las 19:30, me encuentro la parcela llena de cicloturistas, con sus tiendas ya montadas. Tengo que hacer un hueco , entre dos tiendas( la mía es la que está entre las tiendas azul y granate). Me imagino a la gente, cuando ha ido llegando y ha visto mi bici, con las alforjas y la tienda en lo alto , candada en un árbol, en mitad de la parcela.
Una vez montada la tienda y tras una breve charla con la familia, española, que está a mi lado , toca acercarse al super del camping, para ver que voy a comprar para mi cena: huevos para una tortilla de atún , una cerveza y una lata de verduras variadas. Pregunto en la recepción por el código,para entrar por la noche y , ahora en bici, vuelvo a Carcassone, esta vez , para disfrutar de la estampa nocturna de la ciudadela, desde su antiguo puente medieval , sobre el río Aude. En esta ocasión ya no subo a la ciudadela y regreso al camping , para finalizar una jornada que no ha defraudado, sino todo lo contrario. Pedalear junto al canal es una pasada. Además me esperaba mucha más gente y apenas me he cruzado con ciclistas. Las esclusas y todo el paisaje que rodea el canal son magníficos. El alojamiento en el camping muy confortable y el punto fuerte de la jornada, con la visita a Carcassone, ha sido la guinda del pastel.
Por último , aquí dejo el enlace de Wikiloc de la ruta completa: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/canal-royal-du-languedoc-canal-du-midi-39398760

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